El acero inoxidable es un material bastante versátil. Eso se debe principalmente a que su composición puede ser modificada para conseguir un metal que se ajuste perfectamente a los requerimientos de durabilidad, resistencia a las manchas, corrosión y maleabilidad. En esta oportunidad hablaremos de los cinco tipos de acero inoxidable.
Cada uno con propiedades concretas que puedes utilizar dependiendo del trabajo que desees realizar. Sigue leyendo y conocerás detalladamente acerca de ellos, te mostraremos su composición y las aplicaciones en las cuales pueden ser empleados.
Acero inoxidable austenítico
El acero inoxidable austenítico, conocido también como serie 300, es uno de los más comunes. Se compone de 18% de cromo, 8% de níquel y otros elementos que mejoran sus propiedades como lo son el magnesio y el nitrógeno.
Una de las ventajas más evidentes del acero austenítico es su resistencia a la corrosión, ya que de todas las clases de acero inoxidable es uno de los que puede exponerse a agentes ambientales sin que se vea afectado. Además de eso, puede ser martillado en planchas de acero finas y colocarse fácilmente en cables.
La funcionalidad de este metal es evidente, puesto que más del 70% de la producción la abarca este acero. Por otro lado, cuenta con otras propiedades adicionales, como lo son su buena capacidad higiénica y que es excelente para trabajos a temperaturas bajas. En cuanto a sus aplicaciones destacan la fabricación de lavaderos de cocina, equipos químicos y la fabricación de equipos para procesamiento de alimentos.
Acero inoxidable martensítico
Esta clase de acero fue la primera en desarrollarse para el comercio e inicialmente se usaba para fabricar cubertería. Su contenido de carbón es mayor que los otros tipos de acero inoxidable (entre 0.1 y 1.2%), cuenta con un 18% de cromo y como elementos adicionales incluye molibdeno y níquel.
Su exposición a temperaturas altas hace que la dureza sea mayor y además dispone de propiedades magnéticas. La única desventaja del acero martensítico es que, aunque puede ser resistente a la corrosión por agentes ambientales, su durabilidad es menor que la del acero austenítico. Sus aplicaciones van desde la fabricación de objetos como alfileres, pernos, hojas de cuchillo, instrumentos quirúrgicos y varas.
Acero inoxidable ferrítico
También conocido como serie 400, al igual que el acero martensítico, el ferrítico cuenta con 10.5% de carbón y 27% de cromo. Este acero tiene propiedades magnéticas, pero no es tan dúctil como los dos tipos mencionados anteriormente y no se endurece al ser expuesto a calor intenso.
Cuenta con una alta resistencia a la corrosión, por lo que se puede usar en agua de mar, pese a que su durabilidad es menor que la del acero austenítico. Gracias a su capacidad de resistir a la corrosión, es perfecto para fabricar máquinas para lavar, hervidores, embellecedores de carro y sistemas de combustión.
Acero inoxidable dúplex
El acero inoxidable dúplex se consigue con la unión de los elementos básicos del acero ferrítico y austenítico. Dichos aceros se combinan en proporciones iguales, obteniendo un metal con un alto contenido de cromo y menos contenido de níquel.
Como se trata de la unión de dos clases de acero inoxidable, tiene las mejores cualidades de ambos. Esto quiere decir que su resistencia a la corrosión es mayor que la de los otros aceros. No solo eso, es más resistente al estrés y también cuenta con algunas propiedades magnéticas.
Además, es una de los más sencillos de trabajar, ya que se puede soldar fácilmente y darle formas determinadas. Dentro de este tipo está el acero súper dúplex que tiene una mejor calidad. Tanto el dúplex y el súper dúplex son perfectos para fabricar herramientas o para desarrollar maquinaria utilizada en condiciones marinas.
Acero inoxidable endurecido por precipitación
Este tipo de acero en un principio era austenítico, pero fue modificado al incluir otros componentes. Tras su transformación se convierte en un acero con una dureza y resistencia bastante altas. Asimismo, se puede alterar su forma después de someterlo a altas temperaturas, lo cual es una de sus principales ventajas. También es muy resistente a la corrosión, por lo que es extremadamente útil para fabricar diversos objetos, tal es el caso de partes de aeronaves, varas y surtidores.